Como lo mencionaba en mi articulo previo “Escuchando en lo más profundo de ti”, di mis primeros pasos sobre este camino espiritual en 2015, y hoy en el 2018, este camino me llevó cara a cara con una técnica increíble que se llama Vipassana.
La meditación Vipassana consiste en observar las cosas tal y como son. Las primeras cosas que observamos son las sensaciones presentes en todo nuestro cuerpo. La única forma de poder observar y sentir las más sutiles de estas sensaciones es estando en silencio sin movernos.
Esta técnica es la que permitió a Gotama, el Buda alcanzar la iluminación. Es la técnica que nos ayuda a comprobar por nosotros mismos la ley universal de la naturaleza: La impermanencia, es decir que cualquier evento, dolor, relación, etc es temporal, nada perdura para siempre.
Una vez que entendemos que todo lo que surge, muere entonces aprendemos el Arte de Vivir.
Antes de entrar más a detalle con mi experiencia de esta técnica te quiero hablar un poco más de la meditación en general.
La meditación te ayuda a centrar tu mente, relajar tu cuerpo y aumentar tu nivel de concentración.
El Buda decía: “Nuestra experiencia está precedida por la mente, liderada por la mente, creada por la mente…” y por esta razón es importante aprender a educar y dirigir nuestra mente. Si nos dejamos dirigir por ella, entonces estamos cavando nuestra tumba.
Nuestra mente es un instrumento muy importante para nuestro desarrollo. ¡Sin embargo, no nos deja en paz! Muchas veces es la que nos critica, nos controla, nos juzga; es la que tiene prejuicios y nos habla desde el miedo y desde el ego. Es la que nos frena, nos muestra obstáculos, barreras, riesgos, y así impide nuestro crecimiento, aprendizaje y evolución como ser humano. ¡Es la causa raíz de nuestra INSATISFACCIÓN CONSTANTE!
Al tener las herramientas que te permiten calmar tu mente, te acercarás a tu voz interna, la que habla sin prejuicios ni auto-críticas; tu voz intuitiva, creativa, aventurera, innovadora (la que habla desde el Amor) así mostrándote un camino lleno de éxitos, más rendimiento, más concentración en tu día a día y más FELICIDAD.
Si vives en la Ciudad de México o en Guadalajara y no estas muy familiarizado con la meditación, puedes ir al Centro Budista o a Casa Tibet para aprender a meditar en grupo. Personalmente me encantan los espacios de meditación guiadas que tienen. Hay varias opciones de horarios.
Si vives en otra ciudad u otro país, también encontrarás grupos o espacios donde podrás meditar. Y si prefieres meditar en tu casa, aquí te dejo unos pasos muy sencillos de una práctica que se llama “El Seguimiento a la Respiración”. Esta técnica, también conocida como Anapana, se practica principalmente cuando tu mente esta agitada y cuando te resulta dificil captar las sensaciones de tu cuerpo.
Al levantarte y antes de dormir, practica durante 10-15 min, estos sencillos pasos:
➢ Pon toda tu atención en la zona situada entre las ventanas de tu nariz y tu labio superior.
➢ Inhala profundo, exhala suavemente y permanece totalmente alerta a cada respiración.
➢ Concéntrate en la sensación que provocan cada inhalación y exhalación, en esta zona espécifica de tu cuerpo.
Como puedes ver, no necesitas ni tapete de yoga, ni incienso, ni velas, ni música… Puedes meditar sentado en una silla con la espalda derecha y la barbilla recta o puedes sentarte en el piso sobre una cobija con piernas cruzadas poniendo un pequeño cojín debajo de tus glúteos para que tus piernas no se duerman.
Bueno, ahora te sigo contando que después de este largo camino, la vida me llevó a los afueras de la Ciudad de México en uno de los centros de meditación Vipassana creados por el Sr. Goenka.
Ahí, lejos de cualquier preocupación y ruido aprendí, durante 10 días, la técnica de Meditación Vipassana practicándola más de 10 horas al día. En este espacio tuve la oportunidad de experimentar sus beneficiosos.
El centro a nivel mundial “no cobra por los cursos, ni siquiera para cubrir los gastos de comida y de alojamiento. Todos los gastos son sufragados por donaciones de personas que, habiendo completado un curso, han experimentado los beneficios de la técnica y desean también darle a otros la oportunidad de beneficiarse de esta técnica.”
Te confío que no me fue fácil y durante los 10 días experimenté momentos de frustración, de dolor, de tristeza, pero también experimenté tranquilidad, paz y alegría.
Durante 10 días no puedes ni hablar, ni escribir, ni leer, ni tener contacto físico o visual con otros.
Porque eso?
Pues, simplemente para poder estar concentrado 100% en uno mismo y enfrentarnos a nuestra mente y nuestras sensaciones. Para poder observarlas y aceptarlas, pero más que nada “comprobar” la ley de la impermanencia necesitamos estar en Silencio total, lo que se llama también Noble Silencio.
Dejame darte un ejemplo burdo. Muchas veces, cuando uno medita tiene dolor en las piernas después de un rato. Sin embargo, cuando te quedas sin mover, solamente observando el dolor o la incomodidad, te das cuenta que después de unos minutos el dolor pasa. El dolor existe, pero pasa. El sufrimiento esta creado desde nuestra mente.
El dolor existe pero es temporal, como surge, desaparecerá. El sufrimiento es opcional. Tenemos la opción de observar el dolor y aceptar la ley universal de la naturaleza o de sufrir y vivir en constante insatisfacción.
¿Cuál fue lo más difícil para mi en estos 10 días?
Lo que me costó más trabajo fue no poder compartir lo que sentía y vivía con mis compañeras de cuarto o simplemente no poder abrazarlas.
Respeté el Noble Silencio durante 9 días. El Dalai Lama explica que “cuando hablas, solo repites lo que ya sabes; pero cuando escuchas, quizás aprendas algo totalmente nuevo” sobre ti o sobre otros. Y sí aprendí mucho sobre mí, sobre las sensaciones de mi cuerpo, sobre mi mente, sobre los obstáculos que aún me faltan superar y sobre todo lo que aún puedo perfeccionar, porque el camino esta muy largo y nunca terminas de aprender.
El beneficio experimentado ahí y el aprendizaje que me llevó son indescriptibles. Creo que cada uno de nosotros debería experimentar en algún momento de su vida el Noble Silencio y la técnica poderosa que se enseña ahí.
Es importante notar que es una técnica; no interfiere con ninguna religión organizada o ninguna creencia que tengamos. Solamente es una técnica que nos enseña el Arte de Vivir.
Finalmente, el décimo día fue una liberación. Todos empezaron a hablar como si nunca habían hablado antes. Se hizo un caos de ruido!
Y esa ultima noche recuerdo que fuimos a ver las estrellas. Eramos 9 mujeres y fue uno de estos momentos mágicos de mi vida, de estos momentos que quedan grabados no solo en tu mente sino que en tu corazón.
Nos acostamos en el piso helado con muchas cobijas, protegidas del frio por nuestros abrigos y bufandas y con más cobijas encima de nosotras. Nos acostamos de cucharita una tras la otra para mantener el calor. Levanté los ojos al cielo y esta noche por primera vez en mi vida, con mis hermanas Vipassana, ví estrellas fugas. El cielo estaba lleno de miles de estrellas, parecían diamantes.
Esa noche cada una compartió su historia y la razón por la que vino al Vipassana. Esa noche cada una compartió sin filtros sus amores, sus dolores, sus penas, sus lágrimas así como sus sueños más profundos. Ya no sentía el frio del aire sino que el calor del amor que emanó de este momento.
Observando las estrellas y escuchando a mis hermanas Vipassana, me acordaba de la ley de la impermanencia. Entonces disfruté cada segundo de este momento, porque sabía que saliendo de este pequeño refugio de paz cada una tomaría un camino diferente.
Cuando regresé a la ciudad después de este silencio de 10 días, sentí que había crecido un poco más, había avanzado unos pasos más en mi camino espiritual y tenía otro poquito más de paz en mi.
Y finalmente, el último regalo que me dio la vida en este momento fue que dos Angelitos grandes cruzaron mi camino. Estas dos grandes mujeres se reconocerán ☺ No nos conocemos de mucho tiempo, unas semanas tal vez, pero estoy convencida que el “porqué” nuestros caminos se cruzaron, se encuentra más allá de la razón. Estábamos destinadas y ya empezamos a aprender unas de las otras.
Me siento muy agradecida de esta grata experiencia de vida y me siento aún más lista para emprender este nuevo camino y estos nuevos retos que ahora me esperan.
¡A seguir viviendo mis sueños, a seguir haciendo de mis sueños una realidad!
¡Y a seguir conectando con otros, compartiendo y amando incondicionalmente!
Para más información sobre el retiro, en tu país, puedes visitar la siguiente página www.dhamma.org
5 Comments on “Vipassana – El Arte de Vivir”
Hermosa Mel con lo que escribiste acabas de llenar mis anhelos de esperanza, y pude imaginar atravez de tu historia como seria estar ahí, gracias por alimentar mi espíritu con tu camino.. te quiero mucho y mando un abrazo enorme desde Cancun de parte de Kari y de Mati
Hola Kari, Te recuerdo seguido y me lleno el corazón de alegría al leerte. Me alegra también saber que te gusto leer el articulo y saber que te ayudó de alguna forma 🙂 Deseo que estés bien y nos podamos volver a ver. Te mando un abrazo lleno de luz :*
Hola Mel, siempre gusta leerte como te habia dicho cada una de tus palabras me llega y justo en los momentos que mas siento la necesidad de hablar con alguien ahora que estoy lejos de casa. Me gusto mucho y sigue publicando mas y practicare la meditacion.
Karlita hermosa, sabes que aquí estoy cuando lo necesites 🙂 Cuentas conmigo. Nos vemos el 17 de Junio para comer y conversar. Un beso desde México para ti 🙂
Hola,
estuve en un curso de Vipassana con la tradición del Maestro Goenka. Sabes si hay un lugar donde se practique esta meditación en Guadalajara?
Mil gracias